Toda la información que requieras, para que el asistente pueda dar respuestas, constituye tu base de conocimiento propia. Aquí te brindo algunos ejemplos. Vendes productos para el sector industrial y deseas que el asistente realice una venta consultiva guiando al cliente con los datos técnicos de los productos. En este caso las fichas técnicas, manuales de uso, base de datos con términos específicos y otros documentos técnicos, conforman la base de conocimiento propia. Otro caso: Tu empresa es una consultora que realiza labores personalizadas que se realizan en 3 etapas especificas de evaluación, ejecución y seguimiento. Los clientes deben agendar cita y ser guiados en el proceso, por medio de informes específicos. En este caso tu base de conocimiento parte de la agenda y tus horarios de servicios, las políticas de cancelación y cambio de agenda; así como también el sistema de resultados para dar informes de proceso a los clientes y hacer, por ejemplo, envío de correos.